Los Temas dentales del Interés
¿QUÉ ES UN ODONTOPEDIATRA?
El Odontopediatra es el dentista que se dedica al cuidado de la salud dental de los infantes, niños y adolescentes y a aquellos con necesidades especiales. Cabe mencionar que el odontopediatra ha tenido dos años más de instrucción especializada a diferencia de un dentista de práctica general sin especialidad. El odontopediatra tiene un entrenamiento especial para tratar diferentes comportamientos de los niños durante sus visitas al dentista, así como guiar el crecimiento y desarrollo de los dientes.
LA PRIMERA VISITA AL DENTISTA
De acuerdo a la Academia Americana de Odontología Pediatrica(AAPD), la primera visita dental se recomienda al año de edad. Usted puede hacer de esta primera visita al dentista una experiencia positiva y placentera. Le puede explicar a su hijo que el dentista contará y limpiará sus dientes. Evite palabras como inyección, jeringa, dolor, ya que esto podría ocasionar angustias en los niños. Los odontopediatras utilizan un lenguaje no intimidatorio, adecuado a la edad del paciente.
¿PORQUÉ SON IMPORTANTES LOS DIENTES PRIMARIOS O DE LECHE?
Es de suma importancia mantener la salud de los dientes primarios. La caries dental sin atender puede y con frecuencia afecta a los dientes permanentes en desarrollo. Los dientes primarios o de leche son importantes por diversas razones:
- Para poder comer y masticar
- Guardan el espacio para los dientes permanentes que se están formando debajo de éstos y los guían para que puedan salir adecuadamente
- Permiten el desarrollo normal de músculos así como de los maxilares
Los dientes primarios también sirven para el correcto pronunciamiento de las palabras, y también son importantes para una apariencia estética adecuada. Mientras los cuatro dientes frontales duran entre 6-7 años de edad, los dientes posteriores (muelas) duran entre 10-13 años de edad.
RADIOGRAFÍAS DENTALES
Las radiografías dentales son de vital importancia para poder dar un diagnóstico preciso y adecuado. Sin ellas, muchas condiciones pasarían inadvertidas. Las radiografías nos sirven para detectar caries ocultas, checar dientes en desarrollo, diagnosticar lesiones óseas, evaluar traumatismos dentarios, o bien planear tratamientos ortodóncicos. Si los problemas dentales son detectados y tratados tempranamente, esto resultará en un tratamiento más confortable y placentero para su hijo/a y mucho menos costoso para usted. La Academia Americana de Odontología Pediatrica recomienda radiografías dentales y exámenes orales cada seis meses para pacientes con alto riesgo de caries. En promedio, la mayoría de los odontopediatras, toman radiografías una vez al año. Los odontopediatras son particularmente cautelosos en minimizar la exposición de sus pacientes a los rayos X. Con los equipos modernos y las medidas preventivas, la cantidad de radiación obtenida durante una toma de radiografías es extremadamente baja. Cabe mencionar que durante la toma de radiografías, su hijo/a será protegido con un chaleco de plomo para minimizar aún todavía más la radiación.
CUIDADO DE LOS DIENTES PRIMARIOS
El cepillado de los dientes debe de empezar tan pronto como salga el primer diente. Una pequeña cantidad de pasta dental del tamaño de una lenteja puede utilizarse a partir de los dos años de edad. Hay que vigilar que el pequeño no se trague la pasta dental. Es importante que los padres supervisen el cepillado dental hasta los siete años aproximadamente. El odontopediatra le puede orientar si su hijo/a tiene la destreza motora aduecuada para poderse cepillar por sí mismo. Un correcto cepillado dental remueve la placa bacteriana de las superficies dentales. Al enseñar a sus hijos a cepillarse, coloque el cepillo a 45 grados y comience a cepillar desde la parte posterior inferior colocando el cepillo donde empieza la encía y cepillando alrededor haciendo un ligero masaje circular. Se repite este proceso adentro y afuera también en la parte superior. Para terminar, debe cepillar también la lengua para refrescar el aliento y eliminar bacterias. El hilo dental remueve la placa bacteriana de entre los dientes donde el cepillo no puede llegar. El hilo dental debe de utilizarse cuando los dientes se encuentran en contacto directo. Usted debe de hacer uso del hilo dental para con sus hijos hasta que tengan la destreza para hacerlo por su cuenta. Use un pedazo de hilo dental largo (aprox. 30 cm.) enrollando las dos puntas en ambos dedos de en medio de cada mano y sujetándolo entre los pulgares y dedos índice. Introduzca el hilo entre cada diente moviendo hacia adelante y atrás suavemente y sacarlo.
DIETA SANA = DIENTES SANOS
Los buenos habitos alimenticios promueven la buena salud dental.Como el resto de nuestro cuerpo, los dientes,huesos, y tejidos blandos de la boca necesitan una dieta balanceada. Los menores deben de comer una variedad de alimentos de los 5 grupos de comida. La mayoria de las golosinas que comen los menores promueven el desarrollo de la caries dental. Entre mas frecuente sea el consumo de estas golosinas mayores probabilidades tendra su hijo (a) de desarrollar caries dental. La consistencia de las golosinas es otro factor a considerar. Entre mas pegajoso sea un dulce o caramelo mas perjudicial es para los dientes. Es conveniente que en vez de golosinas, los menores consuman verduras , quesos y frutas que son mejores y mucho mas saludables.
¿CÓMO PUEDO PREVENIR LA CARIES DENTAL?
Una higiene oral adecuada remueve las bacterias y los restos alimenticios que son causantes de la caries dental. Para los infantes, utilice una gasa humedecida, o bien, un trapo limpio para remover la placa bacteriana de los dientes y encías. Evite acostar a su bebé con una botella que contenga leche, jugos, o cualquier líquido endulzado incluyendo el té (véase boca de biberón para más información). Para niños mayores, cepíllele sus dientes 2-3 veces al día. Vigile los alimentos que come entre comidas, especialmente aquellos que contienen azúcar. La Academia Americana de Odontología Pediátrica, recomienda visitas al odontopediatra cada seis meses, empezando a partir del año de edad. Las visitas periódicas le garantizarán a su hijo/a unos dientes bellos y sanos para toda su vida. Su odontopediatra también le podrá recomendar los selladores de fisuras y tratamientos de fluoruro para uso en casa.
SELLADORES DE FISURAS
Los selladores de fisuras son unos materiales plásticos que se aplican a las superficies masticatorias de las muelas y premolares impidiendo la entrada de gérmenes y partículas de comida que causan la caries dental. Cabe mencionar, que de cada 5 caries, 4 de ellas se encuentran en estas superficies masticatorias. Las muelas se “pican” fácilmente porque las superficies masticatorias tienen grietas y fisuras rugosas que atrapan literalmente los gérmenes causantes de la caries. Los niños deben de obtener selladores en las muelas permanentes tan pronto hayan erupcionado por completo en la boca (generalmente entre los 6-7 años de edad). Posteriormente, deben de sellarse los segundos molares permanentes que salen a los 12 años de edad. Pudiera ser que los molares temporales o de leche requieran de selladores, sobre todo si tienen grietas profundas que ameriten su uso. Sellar un diente es mucho más ecomómico que “tapar” una muela con caries. Poner selladores en muelas sanas hoy, le ahorrará dinero mañana ya que se evitará que la muelas se “piquen.” Los selladores pueden durar hasta 10 años con una sola aplicación.
BOCA DE BIBERÓN (CARIES DE EDAD TEMPRANA)
Una forma severa de caries que presentan los infantes y niños pequeños, es aquella causada por el uso frecuente del biberón. La exposición contínua y frecuente a leche (incluyendo la leche materna), jugos u otros líquidos endulzados incluyendo el té, ocasiona un deterioro rápido y severo de los dientes del bebé o niños pequeños. Los azúcares en estos líquidos son usados como fuente de energía por las bacterias que se encuentran en la placa bacteriana. Las bacterias a su vez, producen ácidos que atacan el esmalte de los dientes. Cada vez que su hijo/a toma un líquido que contiene azúcares, los ácidos atacan sus dientes por lo menos durante 20 minutos. Después de varios de esos ataques, puede que aparezca la caries dental. Todos los tipos de azúcares, incluyendo aquellos encontrados en la leche, fórmula, jugos de fruta y líquidos azucarados, pueden causar que las bacterias de la placa bacteriana produzcan ácidos. Sin embargo, no es sólo lo que usted pone en el biberón de su bebé lo que causa la boca de biberón, sino cuán a menudo y por cuánto tiempo los dientes del niño están expuestos a ácidos causantes de deterioro. Es por eso que ofrecerle a su niño un biberón que contenga esos líquidos varias veces al día como calmante, no es una buena idea. Es por eso que permitir que su niño se duerma con un biberón durante la siesta o de noche, puede causar gran daño a los dientes del niño. Durante el sueño, el flujo de saliva disminuye, permitiendo que los líquidos del biberón se acumulen alrededor de los dientes del niño por largos periodos de tiempo.
¿Cómo prevenir la boca de biberón?
Algunas veces, los padres no se dan cuenta que los dientes de un bebé son susceptibles al deterioro tan pronto como aparecen en la boca. Cuando se nota el deterioro, puede que sea muy tarde para salvar los dientes del niño.
- Después de cada comida limpie los dientes y encías del niño con un trapo húmedo o una gasa para quitar la placa bacteriana. Continúe esta práctica hasta que la mayoría de los dientes de leche hayan erupcionado. Entonces, comience a cepillar y a usar el hilo dental.
- Nunca deje que su hijo/a se duerma con un biberón que contenga leche, fórmula, jugos de fruta o líquidos azucarados, incluyendo el té.
- Si su niño necesita un calmante entre comidas, en la noche o durante las siestas, llene un biberón con agua simple o bien déle un chupón limpio recomendado por su dentista o pediatra. Nunca le dé un chupón con miel.
- Evite llenar el biberón de su niño con líquidos tales como agua con azúcar, gelatina dulce o refrescos.
- Asegúrese de que su niño tome el fluoruro necesario para tener dientes resistentes al deterioro. Si el agua de su comunidad no contiene la cantidad apropiada de fluoruro, pregúntele a su odontopediatra en qué forma su niño debería recibir el fluoruro.
- Empiece las visitas al odontopediatra al año de edad y continúelas regularmente cada 6 meses.
¿CUÁNDO SALEN LOS DIENTES?
Existe una gran variabilidad en los tiempos en que le saldrán los dientes a los bebés. A algunos bebés les pueden salir los dientes muy rápido, sin embargo, otros se pueden tardar. Por lo general, el primer diente sale entre los 6-9 meses de edad. Puede haber niños que al año todavía no les haya salido ningún diente, sin que esto se considere anormal.
ERUPCIÓN DE LOS DIENTES
Los dientes de los bebés se empiezan a formar durante el embarazo. Los dientes primarios constan de 20 dientes. La erupción varía mucho entre las personas. La dentición permanente consta de 32 dientes incluyendo las muelas del juicio. El primer diente permanente suele aparecer entre los 6-7 años de edad.
GRÁFICA
EMERGENCIAS DENTALES
Dolor de dientes o muelas:
Limpie perfectamente bien el área afectada. Enjuáguese vigorosamente su boca con agua tibia y use hilo dental para remover posibles restos de comida impactados. Consulte al odontopediatra tan pronto le sea posible. Nunca coloque una aspirina en contacto con la encía del diente afectado ya que puede ocasionar quemaduras. Si la cara está inflamada, aplique compresas frías y contacte al odontopediatra inmediatamente.
Lengua y/o labio cortado:
Aplique hielo al área afectada. Si existe sangrado, aplique presión con un trapo o gasa limpia. Si el sangrado no parara y no puede ser controlado, diríjase de inmediato a urgencias del hospital.
Diente avulsionado (diente que se sale fuera de la boca a consecuencia de un golpe o caída):
Encuentre el diente. Agárrelo de la corona y no de la raíz. Enjuague el diente bajo un chorro de agua si éste se encuentra visiblemente sucio. No frote el diente. Revise que el diente no se encuentre fracturado y trate de reimplantarlo en su alveolo. Haga que el paciente muerda un pañuelo o trapo limpio. Acuda al odontopediatra inmediatamente. Si no puede reimplantarlo, coloque el diente en un vaso con leche y acuda al odontopediatra inmediatamente. Cuánto más rápido sea visto por el odontopediatra, mejores probabilidades tendrá el diente de ser salvado.
FLUORURO
El fluoruro es un elemento que ayuda a prevenir la caries dental. Las aplicaciones de fluoruro en el consultorio, disminuyen la caries dental en un rango que va del 30-40%. Estas aplicaciones de fluoruro, por lo general, se realizan cada 6 meses. Para aquellas personas que viven en áreas donde el agua potable que consumen no está fluorada, pueden adquirir por medio de su odontopediatra suplementos de fluoruro en forma de gotas o tabletas. La reducción de caries utilizando estos suplementos va del 50-65%. El uso de enjuagues de fluoruro se recomienda para pacientes mayores de 6 años y es especialmente útil para pacientes que tienen aditamentos ortodóncicos. El uso de pastas dentales con fluoruro ha traído como consecuencia una disminución en la incidencia de caries. Es muy importante mencionar la cantidad de pasta dental que debe utilizarse al cepillarle los dientes a los niños. Esta cantidad debe ser del tamaño de una lenteja. El riesgo de poner una cantidad mayor, puede ocasionar que los niños pequeños de entre los 2-3 años de edad se la traguen ocasionando manchas en los dientes permanentes cuando éstos salgan. A esa condición se le conoce como fluorosis, que es un manchado o pigmentado de los dientes debido a un exceso de fluoruro ingerido. El odontopediatra será, el que en un momento dado determine si su hijo/a requiera de suplementos de fluoruro, basándose individualmente en las necesidades del paciente y tomando en cuenta la cantidad de fluoruro disponible al paciente.
¿CUÁL ES LA MEJOR PASTA DENTAL PARA LOS NIÑOS?
Es de suma importancia que la pasta dental que se utilice, sea recomendada por la Asociación Dental Americana y que tenga su sello que la avale. Muchas pastas dentales contienen abrasivos en sus ingredientes que pueden dañar el esmalte dental. Es importante enseñar a los niños que deben de escupir perfectamente bien después de cepillarse los dientes para minimizar la ingesta de fluoruro y prevenir fluorosis dental. También es importante enseñar el poner una pequeña cantidad de pasta, básicamente del tamaño de una lenteja.
RECHINAMIENTO DE DIENTES
Con frecuencia, los padres se preocupan por el hábito generalmente nocturno de rechinamiento de dientes. Otras veces, los padres detectan un excesivo desgaste de los dientes; con frecuencia reportan que el tamaño de los dientes ha disminuido. Una de las teorías que se cree sea el causante del rechinamiento de los dientes involucra un componente psicológico. El stress a un ambiente nuevo o diferente, el divorcio de los padres, problemas en la escuela, etc. puede influenciar a que el niño rechine sus dientes. Otra teoría se relaciona con la presión del oído interno durante la noche. Si existen cambios en la presión del oído interno, el niño rechinará sus dientes moviendo sus maxilares para contrarrestar estos cambios de presión.
La mayoría de los casos de bruxismo o rechinamiento, por lo general no requieren de ningún tratamiento. Si existiera un desgaste excesivo de los dientes, éstos pueden cubrirse con materiales resinosos para protegerlos. El uso de guardas dentales, por lo general, no es recomendable para los niños. La buena noticia es que los niños superan con la edad este hábito pernicioso que disminuye paulatinamente entre los 6-9 años de edad para terminarse completamente por lo general entre los 9-12 años de edad. Si sospecha que su hijo/a tiene bruxismo, consúltelo con el odontopediatra.
CHUPADEDOS
El hecho de succionar es un reflejo natural presente en los infantes y niños pequeños. Los niños e infantes se chupan el dedo básicamente por dos razones primordialmente: les da placer y les da seguridad.
El hábito de chuparse el dedo que persiste después de la erupción de los dientes permanentes, puede causar deformación de los maxilares y ocasionar dientes chuecos. Generalmente, la gran mayoría de los niños, deja de chuparse el dedo antes de los cuatro años de edad, la razón siendo que cuando entran al kinder, no es muy bien visto por los demás compañeros.
El uso prolongado del chupón también ocasiona trastornos en la dentición al igual que chuparse el dedo. El chupón debe de dejarse cuando se cumplen los dos años de edad como máximo.
Algunos consejos para que su hijo/a deje de chuparse el dedo:
- No lo regañe cuando se chupe el dedo; por el contrario, felicítelo cuando no se lo chupe.
- Los niños se chupan el dedo cuando sienten inseguridad. Corrija las causas de la ansiedad y de la inseguridad.
- Prémie a sus hijos si no se chupan el dedo, especialmente durante periodos difíciles como cuando tienen que separarse de los padres.
- Si lo anterior no funciona, consulte al odontopediatra sobre uso de aparatos rompehábitos.
PIERCING
Hoy en día ya no es causal de sorpresa encontrar a pacientes con piercing en la lengua, los labios e incluso, las mejillas. Lo que sí es sorprendente es el riesgo de infección que puede traer. El piercing puede traer como consecuencia: dolor, inflamación, infecciones, dientes fracturados y daños a los tejidos blandos. La Asociación Dental Americana no recomienda piercing en la cavidad oral y tejidos circundantes.
¿CUÁL ES EL MEJOR MOMENTO DE RECIBIR TRATAMIENTO ORTODÓNCICO?
Desde muy temprana edad es factible predecir si un paciente va a ser candidato a desarrollar una mala mordida o que sea necesario que utilice aditamentos ortodóncicos. La buena noticia es que se pueden minimizar problemas ortodóncicos futuros si los pacientes son revisados desde temprana edad.
El odontopediatra puede interceptar problemas en la dentadura durante las revisiones periódicas. Su odontopediatra le informará dependiendo de cada caso individual el momento ideal para recibir tratamiento ortodóncico.
PROTECTORES BUCALES
Los protectores bucales son unos aditamentos plásticos que se colocan en la boca y que deben de utilizarse durante los deportes de contacto para prevenir traumatismos dentarios. Estos protectores bucales previenen fracturas en los dientes y minimizan las laceraciones a los labios y a la lengua. Pregunte a su odontopediatra acerca de los protectores bucales si su hijo practica algún deporte de contacto.